las ruedas se frenan gracias al aire comprimido, que se encuentra almacenado en depósitos a presión ubicados en la parte inferior del vehículo. Este aire es presurizado por un compresor del propio motor.
Se activa pisando el pedal de freno, momento en el que el aire pasará desde las válvulas hacia las cámaras de freno y empujarán los reguladores de frenos. A su vez, los reguladores empujarán las zapatas de freno de los tambores para detener las ruedas.
el mantenimiento de este sistema de frenos incluirá inspecciones visuales, comprobaciones en busca de filtraciones, drenaje de depósitos de aire, revisiones de zapatas y revisiones del nivel de presión del sistema.
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